Muchas personas todavía no tienen muy clara cuál es la labor de un corrector. Así que si hablamos de las diferencias entre la corrección ortotipográfica y la de estilo, es posible que entremos en un mundo aún más desconocido.
Y eso es lo que queremos hacer hoy. Vamos a darte las claves para que sepas qué son, para qué sirven y cuándo necesitas cada uno de estos tipos de corrección.
El amplio mundo de la corrección de textos
Si eres escritor, seguro que has escuchado un millón de veces que ninguna obra debe publicarse sin una buena corrección. Pero es posible que aún no tengas claros todos sus tipos y no sepas en qué momento necesitas emplear cada uno.
También puede suceder si te dedicas a las letras de otra manera. Si eres redactor, copywriter o, simplemente, quieres que tus artículos, tus publicaciones en redes sociales o incluso tus cartas de amor, por ejemplo, estén tan bien escritas como merece quien los vaya a leer, este artículo te resultará útil.
Si queremos ser puristas, existen cinco tipos de corrección. Hablamos de:
- Ortográfica.
- Ortotipográfica.
- Léxico-semántica.
- De estilo.
- Reescritura.
Aun así, es posible que hayas escuchado hablar de la segunda y la cuarta, que son las que más se ofertan y las que más se trabajan.
La corrección ortográfica no suele llevarse a cabo por sí sola, sino que se ha visto absorbida por la ortotipográfica. Lo mismo que sucede con la léxico-semántica, que se ha convertido en una parte de la corrección de estilo.
Por último, tenemos la reescritura, que se suele ejecutar cuando un texto tiene demasiadas carencias. Con la corrección de estilo no es suficiente porque hay que cambiar muchos elementos para que ese escrito funcione. En ocasiones, incluso la estructura o partes del contenido.
Corrección ortotipográfica vs. corrección de estilo: descifrando las diferencias
Una vez que ya han quedado claros los cinco tipos de corrección que existen, vayamos con lo que nos ocupa: las diferencias entre la de estilo y la ortotipográfica.
Y es que, aunque ambas buscan mejorar la calidad del escrito, tanto sus enfoques como sus objetivos son significativamente distintos.
Corrección ortotipográfica: la base imprescindible
La corrección ortotipográfica se ocupa de los detalles más formales del texto. Su misión principal es asegurar la precisión gramatical y la ortografía correcta.
Cuando el corrector ortotipográfico entra en acción, cada coma mal colocada, cada tilde olvidada y cada error gramatical se convierten en su misión de arreglar. Este proceso garantiza que el texto sea legible y cumpla con las reglas gramaticales establecidas.
Algunas áreas de intervención específicas incluyen:
- Gramática: corrige errores en la estructura de las oraciones y asegura la coherencia gramatical.
- Ortografía: detecta y corrige errores de escritura, incluyendo errores de tipeo y mal uso de mayúsculas.
- Puntuación: ajusta la puntuación para mejorar la claridad y el flujo del texto.
La corrección ortotipográfica es como la base de una casa: invisible, pero esencial. Sin ella, la comunicación se resiente y la credibilidad del autor se ve comprometida.
Corrección de estilo: refinando la expresión literaria
La corrección de estilo se adentra en la estética y la expresión del lenguaje. Busca mejorar la claridad, coherencia y fluidez del texto, puliendo el estilo único del autor.
Sus áreas de intervención abarcan aspectos más amplios que van más allá de las reglas gramaticales:
- Elección de palabras: examina la adecuación y variedad léxica para mejorar la riqueza del vocabulario.
- Estructura de oraciones: ajusta la construcción de las oraciones para lograr fluidez y cohesión.
- Cohesión del texto: garantiza que las ideas se conecten de manera lógica y que el texto fluya naturalmente.
Combinando fuerzas para un texto completo
Aunque diferentes, estos dos procesos no son excluyentes. La corrección ortotipográfica y la corrección de estilo trabajan en conjunto para pulir un texto de manera integral. Para ello, se basan principalmente en dos puntos.
- Eficiencia comunicativa: por un lado, la corrección ortotipográfica asegura que el mensaje se transmita sin distracciones, mientras que por el otro, la corrección de estilo añade claridad y eficacia expresiva.
- Profesionalidad y creatividad: en el caso de la ortotipografía, establece la base de un texto profesional; la corrección de estilo, por su parte, agrega la chispa creativa que lo distingue.
La importancia de ambas dimensiones
Ahora que ya conoces los dos tipos principales de corrección, solo queda matizar que la elección entre la corrección ortotipográfica y la de estilo depende de los objetivos del autor. Si la prioridad es la corrección formal para una comunicación clara, la ortotipografía es esencial. En cambio, si se busca una expresión literaria más refinada y cautivadora, la corrección de estilo toma la delantera.
Aun así, lo habitual es que al contratar una corrección de estilo, la ortotipográfica esté incluida. ¿Por qué? Porque no tiene ningún sentido que un texto sea atractivo, bien estructurado y tenga un vocabulario rico, pero le falten haches, las tildes no estén colocadas donde tocan o la puntuación no sea la adecuada.
En resumen, a pesar de las diferencias entre la corrección ortotipográfica y la de estilo, la combinación de ambas dimensiones es la clave para un texto completo y efectivo. Cuando se abordan de manera equilibrada, colaboran para elevar la calidad de la escritura a un nuevo nivel, potenciando la profesionalidad de cualquiera.
¿Tienes un texto ya terminado y no sabes qué tipo de corrección necesitas? Escríbenos, cuéntanos tus dudas y te ayudaremos encantadas.